IV Recital Voces silenciadas. Palabreando: Literatura y Solidaridad en Estepona

Anoche, como parte del equipo organizador y en colaboración con el Grupo Poético de Estepona, vivimos un momento inolvidable en el IV Recital "Voces Silenciadas: Poemas de Libertad y Resistencia", monográfico dedicado íntegramente a las mujeres afganas y su lucha por la libertad.



Desde el inicio, este evento se pensó como un homenaje necesario, un altavoz para aquellas que enfrentan cada día una opresión que las relega al silencio. Desde Estepona, queríamos que nuestra palabra poética cruzara fronteras, que nuestras voces se alzaran en solidaridad y apoyo hacia esas mujeres que por necesidad tiene que ser valientes, fuertes y resilientes.

La Plaza Manilva, donde tuvo lugar el recital, se convirtió en un espacio de respeto y reivindicación. Poetas de distintas trayectorias y estilos compartieron sus versos, inspirados por el coraje de las mujeres afganas. Cada poema era un grito contra la injusticia, una muestra de empatía y un recordatorio del poder transformador de la palabra y de la expresión.

La velada contó con la colaboración especial del Grupo Poético de Estepona, encabezado por las reconocidas escritoras malagueñas Teresa Floro y Ana Paula Mena. Este grupo, que organiza encuentros poéticos todos los miércoles durante todo el año, aportó más de 30 poetas al recital, quienes se sumaron a esta causa solidaria. Además, participaron escritoras procedentes de Algeciras como Ana Ortiz del grupo Infusiónate, Alicia Morales e Isabel; de San Roque, Mercedes y Antonia Lozano, de la asoc. Nueva 63; y de Manilva, Carmen Sánchez y Emilio Ríos, consolidando así una red literaria que está trascendiendo fronteras locales.

Recuerdo especialmente uno de los momentos más emotivos de la noche: unos poemas escritos por algunos y algunas poetas del grupo, en el que se narraba el día a día de estas mujeres, sus anhelos de libertad y sus sueños rotos. Fue imposible no sentir un nudo en la garganta al escuchar esas palabras que, aunque cargadas de dolor, también destilaban esperanza.


Como organizadora, puedo decir que este recital fue mucho más que un evento cultural. Fue un acto de resistencia simbólica, una manera de demostrar que la poesía también puede ser un arma poderosa contra la opresión. Fue emocionante ver cómo el público se sumaba a esta causa, respondiendo con aplausos y reflexiones que mostraban su implicación y sensibilidad.

Trabajar junto al Grupo Poético de Estepona ha sido un privilegio. Su compromiso y creatividad han sido fundamentales para dar vida a esta iniciativa. Cada detalle del evento, desde la selección de los poemas hasta la iluminación y la disposición del espacio, fue pensado para transmitir la solemnidad y la fuerza del mensaje.

Anoche comprobamos, una vez más, que las palabras tienen el poder de cruzar muros, de tender puentes y de dar voz a quienes más lo necesitan. Me siento profundamente agradecida por haber formado parte de este IV Recital "Voces Silenciadas" y por haber podido contribuir, aunque sea de manera simbólica, a visibilizar la lucha de las mujeres afganas.

Seguiremos alzando nuestras voces, en donde sea necesario, porque la poesía, como la libertad, no tiene fronteras.










El pasado miércoles, el IV Recital Voces Silenciadas tomó protagonismo en el acogedor espacio de Take a Wine, situado en la Plaza Manilva. Este evento, organizado por el colectivo literario Palabreando, liderado por la escritora Nuria Ruiz, abogó y denunció, una vez más, la libertad de expresión de las mujeres afganas. (Noticia en www.culturaenabierto.com con fotos e información ampliada. Pinchar en el enlace).

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